Tres posiciones filosóficas – doctrinarias – políticas se pondrán frente a frente como base fundamental en las comisiones a reunirse en la ciudad de Quito ante la mediación de la iglesia católica ecuatoriana cada uno con sus postulados gnoseológicos.
El régimen actual dirigido por Guillermo Lasso Mendoza tiene como cosmovisión de gobierno los principios propuestos por Adam Smith, y Milton Friedman con la propuesta de reforma económica de John Williamson en el llamado “consenso de Washington, denominado “Neoliberalismo” que recomienda las ideas de la “No Intervención del Estado” en la Economía en un país, porque el “Mercado” determinará los precios y la renta, debido a la existencia una “mano invisible” que determina beneficios generales, rescatando en el siglo XX el “intervencionismo” usando políticas monetaristas que lleven a una “libertad de elegir”, rescatando para los empresarios las “empresas públicas” vía compra o concesiones porque esas funciones no le corresponden al Estado, a lo cual se le suma los acuerdos con el fondo Monetario Internacional a los que se someten los países por préstamos internacionales recibidos.
Luego de haber trascurrido un año en el gobierno y haber aplicado estas recetas económicas como la contracción del llamado “gasto público” con despido de empleados y trabajadores, aumentando impuestos, recibiendo préstamos internacionales bajo la tutela del FMI, y guardando el excedente del precio del barril exportado en cuentas del banco central y en un banco suizo, el presidente y su gobierno ante las movilizaciones indígenas acepta tratar las 10 demandas presentadas por los dirigentes de esas movilizaciones ciudadanas.
Por otro lado, los representantes del movimiento indígena desde la orilla opuesta proponen el llamado “Intervencionismo de los Gobierno en la Economía en un País” al reclamar atención a resolver en algo sus necesidades prioritarias, con ayudas de intelectuales cercanos a estos movimientos sociales, lo cual tendrían una influencia política electoral en las elecciones seccionales donde se eligen prefectos provinciales, alcaldes cantonales con concejales y miembros de juntas parroquiales.
Por otro lado, los representantes de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica mediadora en este evento se basan en posiciones que oscilan entre la tradición conservadora oligárquica pro capitalista y/o la orientación renovadora del “Vaticano” entendida hoy como la búsqueda del equilibrio social del sistema actual, lo cual está por verse en las reuniones.
Pero ¿qué significan estos acontecimientos?:
Primero, el fracaso del modelo neoliberal como política pública porque produce un aumento de pobreza en la población ecuatoriana, donde muchos ciudadanos se han visto obligados a emigrar a los EE UU preferentemente, así como un aumento de “conductas desviadas” vía delincuencia común u organizada, junto a “delitos de cuello blanco”, a lo cual se suma un deterioro en la prestación de los servicios públicos de salud, educación, seguridad, junto a un daño continuo de la infraestructura física nacional, pero se observa una mayor concentración de la riqueza en las grandes empresas, especialmente en las actividades bancarias, pero también en un deterioro en las acciones políticas del ejecutivo expresado en el cambio de ministros y altos funcionarios del gobierno al no haber conseguido mantener un “orden social” aceptable.
Segundo, se afirmaría a través de estos “diálogos – acuerdos” una mayor institucionalización burocrático administrativa de los movimientos sociales que mediante las reformas logradas fortalezcan el modelo político – social actual donde la dirección ejecutiva la tiene el sector bancario como principal eje capitalista imponiendo una plutocracia al cooptar las aspiraciones político administrativas de estos sectores contestatarios.
Tercero, pero si no se llegara a concretar acuerdos administrativos se daría otra vez una ruptura política que llevaría a confrontaciones entre el gobierno nacional y los movimientos sociales comprometidos en estos diálogos, llevando a protestas y represiones que pondrían el peligro las elecciones seccionales del mes de febrero del 2023.
Deja una respuesta