La realidad social es un conglomerado de elementos a observar y estudiar con mucho detenimiento a la luz de fenómenos que vienen de la objetividad y de la subjetividad dentro de realidades donde se conjugan el pasado, el presente y el futuro, donde los “sujetos cognoscentes” emiten mensajes que solo las prácticas sociales podrán aceptar o negar los resultados de esos esfuerzos sometidos a la crítica sana o mala que los demás los llegarán a conocer.
El levantamiento indígena ocurrido durante 18 días sacó a la luz muchas realidades ocultas para la mayoría de los observadores en Ecuador:
Hay un sector de la población rural en situación de desventaja económica que limita su desarrollo en todos los órdenes que convive con la idea de “modernidad”, donde la mala “calidad de vida” se constata con respecto de la propiedad, trabajo, salud, y seguridad sin posibilidades de satisfacer los servicios que brinda la “sociedad de consumo” manifestada por los mensajes del gobierno actual.
Por otro lado, algunas personas pertenecientes a la “población mestiza y blanca” opinan de los indígenas y pobres del campo con criterios de “exclusión”, “racismo”, “marginación” y “odio” incluso, donde existe una “creciente pobreza” no vista y se la tiene como algo normal y pocos reconocen la “pobreza extrema”.
Mientras, “ellos”, los indígenas de la serranía y del oriente, mediante “organizaciones comunales” apoyados por “fundaciones extranjeras” poco a poco han venido a mantener y fortalecer “organizaciones comunitarias” como la CONAIE, FIENE, CONFENAE, FEI y otras menores, logrando en los últimos 30 años insertar en las estructuras gubernamentales artículos de reconocimiento que están en la Constitución de Ecuador reconocidos como “pueblos”, lo que significa una presencia jurídica en “la política nacional” mediante el Movimiento Pachakutik.
El ejecutivo luego de haber cumplido un año de su posesión en la presidencia, ante la presencia de indígenas en carreteras y ciudades, al no poder impedir por la fuerza la presencia de protestantes, adoptó respuestas diversas que no pudieron disminuir la protesta social, a pesar de contar con el apoyo total de los principales medios de comunicación como son las radiodifusoras, las televisoras y la prensa escrita solicitando represión pero las FF AA con el ejemplo de los militares y policías en prisión en países donde cometieron masacres no actuaron de esa forma y porque fueron advertidos por algunos asambleístas, y al final, se conformó una “mesa de diálogo” dirigida por representantes de la iglesia católica y a pesar de la acusación pública del presidente, indicando que el paro indígena fue financiado con dinero del narcotráfico, sin embargo, el gobierno nacional se está reuniendo con los dirigentes indígenas alcanzando un acuerdo hoy.
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