Pobladores habitando en una tierra rellenada con arena de río donde levantaron sus viviendas construidas entre el río San Pablo con el Babahoyo y la llamada “sabana”, que es un humedal natural en vías a desaparecer por la invasión de ciudadanos en busca de levantar sus casas, formada también por Barreiro y El Salto como parroquias urbanas.
Ciudad centenaria en desarrollo permanente hacia la llamada “modernidad” con todas las características de la actualidad histórica, lo que la hace única y semejante a la demás urbes ecuatorianas y latinoamericanas.
Babahoyo tiene de todo como estructura poblacional en relación a su estratificación etaria, donde la niñez y la juventud son la mayoría en relación a los adultos que constituyen la minoría, lo que significa nuevos habitantes, agregándose como consumidores y productores cuando se inscriban en la producción y comercialización.
Babahoyo tiene su historia conocida y expuesta por los diversos historiadores oficiales y también se manifiestan datos desconocidos por nuevos exponentes, tanto de su pasado como de su reciente presente, sin haber encuentros coloquiales para establecer datos únicos y aceptados comunmente.
Babahoyo sigue el modelo español en cuanto a su conformación urbana, con un centro comercial alrededor de un edificio de gobierno, frente a un parque central junto a una iglesia católica rodeada de varios suburbios y hoy con ciudadelas cercana a la clásica estructura urbanística, donde su población tiene ingresos por el servicio que presta a la burocracia gubernamental nacional, provincial y local, junto a la producción que generan los recursos agrícolas de cultivos de arroz, cacao, azúcar, maíz y soya, así como la pesca en ríos y sabanas, ingresos que sirven para el consumo personal o familiar y muchos recursos financieros se traspasan a grandes ciudades e incluso a “la metrópoli externa dominante”.
Una mirada permite ver a miles de educandos en la primaria caminando por sus calles céntricas acompañados con sus padres junto a jóvenes colegiales llenos de la alegría natural de la juventud, también se observa muchísimos compradores de vituallas diversas y alimentos venidos de los suburbios y del campo agrícola que son atendidos por comerciantes, además, sus calles llenas de vehículos casi a todas horas menos en la noche pasada de las 10, pero en días de fiestas se nota la algarabía de una población en búsqueda de su progreso, pero nadie respeta el orden adecuado en el uso de la vía pública produciendo una verdadera “anarquía” en todos los órdenes del convivir urbano.
Babahoyo tiene una intelectualidad sobresaliente expresado en destacados “poetas” con un destacado “novelista”, así como pintores, deportistas destacados, grandes “profesores/as” como competentes médicos y preparados abogados, junto a mecánicos, artesanos y pequeños y grandes agricultores, pero también, en el “Ander World”, se observa “delincuencia común y también organizada” en guerra, produciendo ajusticiamiento mortal entre ellos, pero muchas personas comentan también la existencia de “delitos de cuello blanco” por parte de “la élite gobernante” local. Babahoyo tiene de todo, y se caracteriza por un “caos total” producto de una diversa población en rápido crecimiento como toda cuidad latinoamericana buscando a tientas salir del monopolio del poder político tradicional de oligarquías familiares minúsculas que la caracterizan.
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