NEOLIBERALISMO COVID 19 Y GOBIERNO EN ECUADOR

7 Ago

El giro político en la conducción de las políticas públicas realizado por el gobierno actual desde que se posesionó hace tres años al incumplir con el plan de gobierno inscrito en el Consejo Nacional Electoral con el que ganó las elecciones, al dejar a un lado las orientaciones ideológicas del “progresismo” y asumir los principios “neo liberales”, trajo para el Ecuador una desestructuración institucional en todos sus niveles:

Así, expresado concretamente en la entrega para la conducción ministerial y de altos cargos a los representantes de los partidos que perdieron las elecciones, y como muchos funcionarios al proceden de varios grupos económico y de poder, partidos o movimientos diferentes, los cuales teniendo agendas económicas y políticas diferentes, enteraron en contradicción entre ellos impidiendo una política correcta de servicio nacional.

Pero ellos sí lograron beneficios económicos mediante la condonación de 4.500 millones de dólares que estas corporaciones debían al Estado ecuatoriano.

Lograron además el inicio del despido de empleados y trabajadores del gobierno central mediante indemnizaciones y cumplir con la idea del nuevo liberalismo y lograr “achicar el Estado”.

Consiguieron también la persecución judicial y condena a muchos miembros del gobierno anterior, justo los que llevaron a la presidencia del Ecuador a Lenin Moreno.

Lograron el apoyo irrestricto, masivo y unánime de la prensa radial televisiva y escrita en un proceso de “Lawfare”, a tal punto de imponer por consulta popular nuevas autoridades en todo el sistema jurisdiccional, aliadas del régimen rompiendo la Constitución.

Y como en “la teoría del caos” un evento inicial con el tiempo tiene grandes repercusiones en la historia nuestra; el haber adoptado la receta del “nuevo liberalismo”, tuvo fatales consecuencias cuando se presentó la pandemia del COVID 19 en la sociedad ecuatoriana.

Pues, el haber recortado durante 3 años el presupuesto nacional de la salud que maneja este ministerio y lo mismo ocurrió en el ministerio de ayuda social denominado MIES, despidiendo personal y al presentarse la pandemia, no tuvieron suficiente presupuesto para cubrir gastos extraordinarios  en medicina e implementos para la atención de los enfermos y tampoco tuvieron recursos para ayudar con alimentos y vituallas a la población de menor recursos económicos que estuvo encerrada por varios meses en sus viviendas.

Pero el mal manejo financiero del gobierno se agravó cuando se pagó más de 220 millones de dólares de deuda externa en un ejercicio económico muy criticado dentro del país, pues esos recursos pudieron usarse para salvar vidas humanas.

El gobierno central manejó la política sanitaria muy mal, viéndose obligado a cambiar muchas veces la dirección del COE porque se hacía política individual a favor de quien administraba, al usar la prensa para ganar popularidad como salvadores del pueblo “tomándose fotos en las salas de los hospitales delante de los enfermos de muerte” para hoy ser candidato a la presidencia de la república, sin reconocer que el trabajo sanitario fue desorganizado, contradictorio, disfuncional y asimétrico, lo cual repercutió en errores administrativos produciendo un elevado número de muertos más allá de lo esperado estadísticamente, por la mala dirección ante ordenes improvisadas que deben ser anotadas y aclaradas secuencialmente indicando los responsables.

El COVID 19 vino de Europa a Ecuador en una paciente que llegó a la ciudad de Babahoyo provincia de Los Ríos enfermándose y contaminando a familiares y amigos que no recibieron control sanitario adecuado de aislamiento, pero el contagio también llegó a una gran fiesta de casamiento en el cantón samborondón, y a un encuentro de futbol en el estadio más grande de Guayaquil previo permiso ministerial y de la gobernación, donde asistieron migrantes venido de Europa, así como también llegaron a varias provincias de la costa y sierra migrantes, contagiando el COVID 19 en todo el Ecuador.

De acuerdo a la Constitución ecuatoriana el gobierno nacional tiene la responsabilidad legal de brindar servicios de salud, educación y seguridad a la población, pero ante la emergencia sanitaria y al ver su fracaso decretó que los consejos provinciales y municipales puedan asumir con los servicios sanitarios utilizando su personal y presupuestos, originando acciones caóticas que han generados juicios penales por la compra con sobreprecios de medicinas y vituallas para equipar los hospitales hoy descubiertos y enjuiciados debido al manejo de varios asambleístas que por el voto para aprobar leyes del ejecutivo les cedió la administración de las unidades médicas a nivel nacional como informa la prensa nacional e internacional.

La enfermedad produjo en la ciudad de Guayaquil solo en los meses de marzo y abril unos 15 mil muertos en un espectáculo macabro inenarrable producto de la incompetencia administrativa del ejecutivo al haber mandado a la desocupación a muchos médicos, enfermeros y personal administrativos del ministerio de salud durante tres años de gobierno, sumado a la falta de presupuesto, al caos administrativo y los atracos cometidos por grupos organizados cercanos al gobierno nacional sumado al mal manejo comunicacional no indicando a la población las normas de higiene y seguridad sanitarias, pero como la población guardo reclusión en sus casas y sus ingresos económicos eran pocos se vieron obligados a salir a trabajar incluso sin ninguna protección de máscaras faciales, sin guardar la distancia entre personas y sin el lavado de las manos pues en los suburbios periféricos el agua les llega por tanqueros lo cual contribuyó a la contaminación y la muerte, agravada por la desatención en los hospitales públicos y privados sin medicinas ni respiradores.

El gobierno central declara que hasta el momento se contabilizan 3.800 muertos confirmados y unos 2. 900 no comprobados ocultando con la complicidad de la prensa el número de fallecidos por el COVID 19 en todo el Ecuador, aunque poco a poco el registro civil y los administradores de cementerios privados declaran el número de personas cremadas y enterrada por ellos, mientras Santiago Ron Ph. D. de la Pontificia Universidad Católica Ecuador indica que, en marzo hubieron 3.087, abril 13.996, mayo 3.774, junio 2.846 y en julio 3.887 fallecidos en exceso por encima de lo normal tradicional.

Por lo tanto, el culpable de la situación anómala que reina en Ecuador es el ejecutivo por poner el “Efecto Mariposa” en realidad.

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