Votaciones 3

Unos afirman y otros niegan la presencia de organismos extranjeros denominados de inteligencia, que en realidad son de espionaje en nuestros países latinoamericanos en las votaciones, para elegir las autoridades gubernamentales ejerciendo influencias en la decisión del votante.

Dicha presencia directa o indirecta constituye una intromisión política a la soberanía de nuestros estados nacionales, penalizando dichas intervenciones los sistemas judiciales de nuestros países, pero en realidad existe lo externo negativo, y hay evidencias suficientes que la enumeramos a continuación: 

Las Organizaciones No Gubernamentales reciben ayuda económica directamente desde los Estados Unidos de Norteamérica del presupuesto de ese país indicado por la NED en el 2015, donde se indica el rubro “Fortalecimiento sindical en Ecuador y Perú” por 525 mil dólares; “Incentivar a la sociedad civil en la participación de procesos electorales en el país” por 250 mil dólares, “llegando a 1’052.818 dólares del proceso electoral que se efectuará en febrero de 2017”, según indica El Telégrafo en su edición del miércoles 15 de junio del presente año.

Se debe llamar la atención la obra de Gene Sharp inspirador de las “revoluciones de colores” ocurridas en varios países en el mundo, denominados como “Golpe suave” cuyas 5 etapas: Ablandamiento, Deslegitimación, Calentamiento de calles, Desestabilización,  ya se las ha observado en Yugoslavia, En Georgia, en Ucrania, en Kirguistán, en Líbano y se está aplicando dichas políticas intervencionistas en Venezuela y Brasil hoy con la influencia de los EE UU según se denuncia.

Las intervenciones de inteligencia son indirectas a través de organismos burocráticos de ayuda diversa como la de USUAID, acusada en muchos países por ejercer influencias en la población nativa y casi siempre a favor de los grupos políticos conservadores y pro yanquis, pero también como se informó la ayuda se la canaliza con las ONGS nacionales.

Pero también hay intervenciones directas pero ocultas, llevadas a cabo por agentes de la CIA, la NSA, o de la DEA manejadas desde el pentágono, denunciados públicamente por la prensa contestataria a la influencia de lo que llaman el Imperialismo Norteamericano e incluso del MOSAD judío.

En las últimas elecciones presidenciales en Perú, dos agentes de la DEA informaron públicamente que dos personas cercanas a la campaña de la Fujimori tenían acusaciones relacionadas con asuntos de drogas, ejerciendo una influencia en las votaciones de ese país, como informa la prensa internacional.

En Brasil la inteligencia extranjera informando a través de O GLOBO datos en su mayoría falsos contra la presidenta Dilma permitió encausarla en el parlamento a fin de iniciar un juicio político y defenestrarla de su función.

Estos organismos extranjeros informan a las derechas políticas de nuestros gobiernos progresistas datos que son publicados ciertos unos y falsos otros que son utilizados para desestabilizar y/o crear desconfianza en los electores e incluso se ha denunciado intervenciones directa como en Argentina.

En estos momentos no estamos en plena época de la “Guerra Fría” después de la segunda guerra mundial, donde se imponían dictaduras militares y se defenestraban gobiernos en América Latina para defender el sistema capitalista, pero hoy el modelo externo de intervención tiene otra connotación según los países, pues se trata de ejercer influencia sobre las votaciones a fin de desplazar a los llamados gobiernos progresistas actuales en el “Modelo Democrático Instalado”.