La muerte súbita del Licenciado Joel Gerardo Vargas Solís produjo un impacto emocional muy grande en quienes fuimos sus amigos, lo cual amerita de mi sensibilidad hacer una rememoración de su acción social y en especial de su valor como hombre de pensamiento izquierdista indiscutible.
En los momentos de intercambio de mensajes observeé a un señor como pocos, pues su fidelidad a pensamientos políticos progresistas para nuestro medio conservador produjeron respeto y mucha atención a su conducta de acercamiento al pueblo para quienes sabemos valorar a los que actúan como piensan, llevando Joel Vargas siempre un mensaje de rebeldía contestataria, tanto en épocas de dictadura militar como en el último período democrático en nuestro Ecuador.
Encontrar la unidad entre la acción y el pensamiento es muy raro en nuestro medio social y por eso merece esta rememoración histórica de su presencia a la cual nos adherimos con la seriedad debida para este amigo prematuramente desaparecido, pues cuando perdemos algo llegamos a darnos cuenta lo mucho que vale.
Joel Vargas apegado a su izquierdismo siempre activando en las calles, en los barrios y en el agro ecuatoriano, asistiendo siempre a cursos, seminarios y asambleas su figura destacaba por su aporte personal.
Recuerdo en los momentos en que la venta de la droga por motociclistas en un patio que existía entre el edificio de Psicología y el de Derecho en la Universidad de Guayaquil, donde además se ofendía a hombres y mujeres, comentando esta anomalía me dijo, hasta hoy Dalton, estarán estos delincuentes por aquí y esa noche yo en clase en la escuela de Sociología, se escucharon muchos disparos desde las terrazas y motos que escapaban del fuego nutrido y desde esa noche nunca más se vendió droga y los delincuentes desaparecieron para bien de la Universidad nuestra.
Sólo personas con espíritu de sacrificio se la juegan poniendo en riesgo su vida en bien de la comunidad y esos ejemplos nos dió el amigo Joel y por eso este homenaje póstumo a quien en su vida fue un revolucionario y de los cuales creo fue el último.
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